Hemos terminado el curso. Si estuviéramos en una empresa podríamos decir que hemos cumplido con nuestros objetivos. Habéis llorado y reido, hemos sufrido, pero también hemos disfrutado, y nos hemos emocionado y también hemos dado testimonio de fe por las calles de Sevilla. Hemos levantado el bello a mucha gente y conmovido a otras.
Creo que ha sido un esfuerzo de merecida recompensa. Muchas noches y días dedicadas a esta bendita afición. Muchos papeles que rellenar, muchas fotos que hacer, muchos cuadrantes, mucho lápiz, mucha goma, que si apunta ésto, que si manolito pasa a la cuadrilla chica, que si fulanito hoy no viene pero vendrá para la salida de la cofradía, que tienes que avisar a la cuadrilla chica para la mudá del jueves, que acuérdate de avisar a tal hermandad para que llame al consejo, que no se te olvide hacer el listado de los costaleros para mandarlo al seguro, que necesito que me busques el teléfono de menganito, que si Antoñito se ha pueso malo y hay que llamar a uno de su altura, que, que, que .....
Hoy, con la sensación del deber cumplido, me siento en la necesidad de acordarme de todos los que de una u otra manera forman parte de este puzzle sin el cual no hubiéramos conseguido nada. Un puzzle formado por muchas piezas, todas ellas importantes y necesarias, y que dan forma a este enorme paquete de gente que nos rodea y que son los causantes del triunfo de nuestro capataz. También siento la necesidad de acordarme de esa "columna vertebral" que forman nuestros amigos más fieles. Una columna que soporta la mayoría de este peso que supone sacar veintiseis cofradías y pasearlas como sólo Ustedes saben. A todos ellos, a todos vosotros MUCHAS GRACIAS. Sin Ustedes no lo hubieramos conseguido.
Un abrazo a todos
Vuestro amigo El Guindi
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