lunes, 12 de enero de 2009

HACE UNOS DIAS...






Apenas pasan diez días del año y ya huelo a azahar, apenas pasaron unas semanas y ya hay relleno algún que otro cuadrante, lo rápido que pasa el tiempo, parece que fue ayer cuando terminábamos de pasear a la Reina de Todos los Santos y de la calle Feria, parece que fue ayer el día en el que uno de los nuestros llamó "arte efímero" a nuestro empeño en querer hacer las cosas bien. Parece que fue ayer también cuando salia la Pura y Limpia del Postigo, y cuando no pudimos salir de Santa Mª la Blanca con la Virgen de las Nieves. Tampoco parece que pasase tanto tiempo cuando el que les escribe se estrenara bajo un paso por Triana, de la mano de Rafael, de la mano de Madre de Dios del Rosario, y si seguimos nos juntamos con aquel 15 de Agosto, cuando el mismo, estaba con 40º de fiebre, yo creo que producidos por el honor de pasear a La más madrugadora Reina de Reyes. Y podríamos seguir, y recordar quien fue la primera cuadrilla en pasear por San José Obrero a una Virgen Dolorosa, y siguiendo y siguiendo, podríamos llegar a la Plaza de los Carros, os pongo en la escena. Viernes Santo, 10 de la mañana, una vez terminado el trabajo bien hecho al Señor de Sevilla y a su Bendita Madre, buscamos la calle ancha de la feria, por Conde Torrejón se ven algunos nazarenos de vuelta, y nosotros como si nada hubiera pasado, aseados y peinados, nos espera un desayuno merecido, después de una noche de frío, toca entrar en calor, ya está entrada la mañana cuando el redoble de un armao quiebra el silencio de una mañana de Viernes Santo, aparece el Señor de la Sentencia por Montesión y su escolta de plumas da paso a la Esperanza. Tras ese primer desayuno tan humildemente merecido, cambiamos de cuartel general, cambiamos el Remesal por el Vizcaino, y nunca una palabra tuvo más sentido, esperar a la Esperanza. Carlos y Manuel con sonrisa de oreja a oreja nos felicitaban por la madrugá que habíamos cerrado, ahora no es un tambor lo que corta alguna conversación sobre lo poco que pudimos andar "pasao" el postigo o el frío que hacia, el murmullo de la gente presagiaba que poco faltaba, solo se que salí del bar y con sones de palillera tras la estrechez de feria, se presentaba ante mi esa Gioconda divinizada como magistralmente desde el atril habían lanzado, con la cera baja y la carita cansada, venia esa Niña del Arco, el sol venia desde San Marcos directo a sus bambalinas, fueron momentos de Gloria, esos que por no querer dejar de recordar parecen que pasaron ayer.

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