jueves, 6 de marzo de 2008

El Anuncio más esperado



A dónde va esa Estrella que cruza como un escalofrío
por entre niños y globos y almas en estado de asombro?
De qué firmamento ha huido para hacerse mujer en Triana?
Que hijos del cielo la están llevando a hombros
Qué extraña y temblorosa filigrana
Danza en mis labios cuando la nombro?
Va a Sevilla.
Viene de San Jacinto y a San Jacinto mira
Quiere volver, atravesar su Altozano
Y una cava y una calle.
Y tantas vidas
tanto planeta temprano
que la espera de recogida
Quien dijo que una Estrella
era un brillo lejano
Nacido en alguna huella
De un firmamento quebrado?
Quién dijo que están remotas
De Sevilla las estrellas
Si aquí hay una que alborota
Con su cara de doncella
Con su nombre de lucero
De esos que el cielo regala
las noches en las que espero
Con los sentidos en danza
Se me abalance la luna clara
Y la luna no se abalanza.
Con ese llanto que alcanza
La espalda de una emoción.
Lágrimas de redención
De este largo laberinto.
Es el llanto de una estrella
Que en el cielo dejó huella
Y que vive en San Jacinto.
Ya está aquí el domingo, y eso en La Parihuela se tiene que notar, por eso desde hoy hasta el próximo Domingo de Pasión, que bien suena esto ya, ofreceré fragmentos de años atrás, para ir entrando en ambiente, que aunque no nos hace falta, siempre es bueno. Siete años hace ya de este fragmento, tan cuidadosamente citado en el atril de la Maestranza, fue Carlos Herreras, por si alguien no lo sabe, el cual deslumbró a Sevilla con uno de los mejores pregones ultimamente citados, dio un toque de naturalidad al pregón que conectó en breve con el Sevillano, como para no conectar siendo periodista, ocurrirá algo así este año? No sabemos, pero espero con ansia el momento que en el patio de butacas empiece a escuchar los últimos compases de Amarguras, esto significara que le llegó la hora a quien ni tarde ni pronto, si no a tiempo, le tocará pronunciar ante Sevilla sus mejores palabras hacia la Semana Santa. Burgos maestro, es tu hora.

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